¿Puede ser Cájar un destino turístico?
Uno de los mayores atractivos de Cájar es su ubicación estratégica, en las faldas de Sierra Nevada. Este entorno natural ofrece oportunidades excepcionales para los amantes de la naturaleza y los deportes como el esquí. El Centro de Interpretación de la Seda es otros de los atractivos que este pequeño municipio puede ofrecer a los visitantes.
Pero lo que me ha llevado a escribir este artículo no es describir las bondades de visitar Cájar, que aunque son muchas, no me corresponde a mi ese cometido. Sin embargo, desde la semana pasada, no he podido dejar de pensar en el asunto y espero que esto sirva para hacer un breve análisis sobre la capacidad de nuestro municipio como destino turístico.
Instituciones regionales, provinciales y locales se esmeran, año tras año, en mostrar lo mejor de sí para mejorar sus cifras turísticas. Primar ‘la calidad a la cantidad’ es una de las frases más recurrentes en estos días en las voces de los dirigentes, conscientes de la fatiga que sufren algunos destinos turísticos, quieren aumentar sus ingresos aumentando la duración de las pernoctaciones y el gasto por visitante. Y es que, al final, el turismo es una forma de generar riqueza en nuestra tierra.
Si entendemos el turismo como una fuente de riqueza para nuestro pueblo ¿Cómo puede repercutir ésto en Cájar? ¿Dónde van a dormir los visitantes? ¿Qué oferta gastronómica les podemos ofrecer? No quiero ser yo quién responda a estas preguntas.
Desde luego que valoro muy positivamente todo el trabajo que se desarrolle para sacar a Cájar de este letargo, pero parece que estamos empezando la casa por el tejado y quizá haya que trabajar más en construir algo que visitar, antes de traer visitantes.